Éste
término tan empleado en
los últimos años y también conocido como la cuarta revolución
industrial, se define como la tendencia a la automatización y el
intercambio de los datos en las tecnologías de fabricación.
Con
el propósito último de mejorar la eficiencia de los procesos,
la reducción de
costes y la maximización de los beneficios, los procesos de
fabricación tienden
a una automatización total, mediante el empleo del internet de
las cosas,
sistemas ciberfísicos, big data o cloud computing.
Como
cualquier cambio en las condiciones de trabajo, y de acuerdo
con la
reglamentación vigente, se deben estudiar y analizar los
riesgos que para la
salud de los trabajadores llevan asociados, eliminando o
minimizando los
mismos.
En el ámbito de la seguridad en las máquinas, aparecen nuevos riesgos que ésta industria 4.0 trae consigo. Como, por
ejemplo:
- Interacción de robots y personas. Cada vez más es habitual encontrar en una misma línea de producción a robots y personas trabajando colaborativamente. Estos robots como cualquier máquina, deben estar diseñados conforme a la Directiva 2006/42. De especial importancia el análisis de riesgos en fase de diseño, el estudio de movimientos, procedimientos de consignación, etc.
- Riesgos derivados de la vulnerabilidad del software de máquinas conectadas a internet. Como cualquier sistema informático conectado, éste está expuesto a ataques externos que pueden comprometer la seguridad de las personas que trabajan con ellos. Paradas imprevistas, modificación de la programación y movimientos efectuados, anulación o cambios en los protocolos de seguridad de la máquina, etc y un largo número de situaciones a priori no contempladas por el fabricante y que pueden dar lugar a una situación peligrosa.
Hasta
la fecha, la ciberseguridad no es un aspecto recogido en la
normativa de
seguridad de obligado cumplimiento para los fabricantes o
importadores de
máquinas, si bien, a buen seguro será un ítem a desarrollar
por los
legisladores. De nuevo avanza la técnica más rápido que las
instituciones, por
lo que deberá ser cada usuario y fabricante quien establezca
medidas para
evitar posibles ciberataques.
Os
dejamos aquí un interesante artículo de Marimar Jimenez publicado en Cinco Días sobre
ciberataques a
robots industriales. ARTÍCULO
Desde luego, no todo son aspectos negativos. En contrapartido, y desde
un punto de vista de seguridad de máquinas, los principales
beneficios que ésta Industria 4.0 puede aportar, son:
- Tareas peligrosas. Las máquinas desarrollarán las tareas más “penosas”. En el afán por mejorar la productividad, cada vez más máquinas realizan el trabajo que antes realizaban las personas. En aquellos puestos con peligrosidad elevada, no cabe duda, que la mejora es significativa. Si bien tiene la enorme desventaja de la pérdida de empleo que ello conlleva.
- Aplicación de Big Data: La compilación de grandes cantidades de datos para su posterior análisis, está generando numerosos beneficios y no menos polémicas en la sociedad actual. Aplicado al mundo de la seguridad de maquinaria, por ejemplo, mediante sensores y dispositivos wi-fi acoplados a las máquinas, se pueden obtener datos que ofrezcan información acerca de tiempos de ciclo, paradas, activación de válvulas de seguridad o de paradas de emergencia, etc que ayuden a evaluar la eficacia de las medidas intrínsecas de seguridad que una máquina trae incorporadas.
No
cabe duda, que se abre un periodo de incertidumbre en relación
con la Industria
4.0 y la seguridad de las personas. Hacer bien las cosas,
teniendo en cuenta el
aspectos relativos a la seguridad, generará más beneficios que
perjuicios sin
duda alguna.
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